¿Cómo compramos?

NUTRICIÓN FAMILIAR

Una buena alimentación comienza por tener alimentos saludables en casa y eso implica ¡hacer una compra correcta!

Si tenemos en casa armarios con dulces y pastelería, snacks salados, precocinados…. es difícil que no caigamos en la tentación de comerlos. En cambio, si tenemos ensaladas, conservas, huevos, fruta, pan de calidad… es fácil realizar una comida saludable o preparar una cena improvisada buena y con alimentos frescos. Además, si organizamos el menú de la semana, hacer bien la compra es imprescindible para el éxito de este.

Algunas cosas a tener en cuenta cuando vamos a comprar:

  • Llevar una lista de todo lo que nos hace falta y no salir de ella, evitando caprichos de última hora. Además, la lista nos ayudará a pensar previamente en todos los ingredientes que necesitamos para elaborar los menús semanales y así no olvidarnos de nada.
  • Mejor ir al supermercado después de comer, con el estómago lleno. Nunca con hambre, es más fácil caer en la tentación de ciertos productos.
  • Evitar los pasillos de patatas, chocolates, galletas, dulces, etc.
  • Reducir al máximo el consumo de alimentos precocinados que no sean de calidad y por supuesto el de dulces, helados, refrescos, zumos y bollería.
  • Comprar productos frescos: verduras y frutas de temporada, ensaladas, botes de legumbres (si no tenemos tiempo de prepararlas en casa), conservas y huevos… También son una buena opción las conservas de verdura y pescado, escalivada, verduras congeladas, gazpacho, bolsas de ensaladas listas para comer…etc.
  • En la medida de lo posible, elegir vegetales de proximidad. Nos aseguramos de que no se han madurado en cámara o camiones frigoríficos y reducimos el impacto medioambiental que causa transportarlos.
  • Si consumimos carne y pescado; priorizar las carnes magras y evitar las procesadas. El pescado fresco y el congelado son buenas opciones.
  • Revisar las etiquetas de los alimentos que compramos y solemos consumir habitualmente nos puede ayudar hacer mejores elecciones.  Evitar comprar aquellos que lleven: grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas (ya no las suelen utilizar por su mala prensa) aceites refinados y azúcares añadidos (sucralosa, glucosa, jarabe de glucosa, jarabe de maíz…). ¡¡No dejarnos confundir por el márquetin y la publicidad engañosa!!
  • Tener en cuenta la sal, un alimento que contenga 1 a 1,25 gr / por 100gr de alimento (empieza a tener bastante sal)!
  • Preferir los cereales integrales y las preparaciones que los utilicen (arroz, harina, pan, pastas…) Su valor calórico es similar a la versión refinada pero nos aportan más fibra, minerales y vitaminas respecto a los anteriores. Los beneficios de la fibra, que son muchos, los dejamos para otro post.
  • Si nos gusta el chocolate o no podemos vivir sin él, elegir chocolate negro con más del 75-80% de cacao.
  • ¡Poco a poco y buena letra!… estos consejos nos ayudarán a que toda la familia mejore la alimentación!