La enfermedad inflamatoria intestinal (MII) engloba dos patologías, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
Las dos se caracterizan por ser enfermedades del intestino esencialmente, inmunomediadas, inflamatorias y crónicas, que evolucionan en brotes y periodos de remisión. Las dos alteran la capacidad del organismo para digerir los alimentos, absorción de los nutrientes y comparten características clínicas y patológicas. Algunos síntomas comunes son: diarrea, sangre en las heces, cansancio, dolor abdominal, pérdida de apetito y peso.
La causa de la MII se desconoce, aunque se cree que puede ser debido a la interacción de factores genéticos, ambientales y de cambios en la microbiota intestinal. No hay una sola causa que produzca Crohn o colitis ulcerosa.
¿Y que papel tiene el dietista nutricionista que trabajará conjuntamente con su equipo médico?:
- Ayudar al paciente a tomar consciencia de su alimentación y estilo de vida (bienestar emocional, actividad física, descanso) que juntamente con la medicación pueden ayudar a mantener la enfermedad más controlada.
- Adaptar la dieta en caso de que haya sintomatología (gases, distensión abdominal, estenosis…).
- Prevenir o revertir un déficit de nutrientes que pueda derivar en otras afecciones, ya que a menudo vemos que los pacientes tienen dietas muy restrictivas excluyendo alimentos saludables.
Desde hace unos años colaboro con la asociación de Crohn y Colitis Ulcerosa de Cataluña (ACCU) haciendo talleres para enfermos y familiares.
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